En los últimos años, el descenso de estas aves en nuestro país ha sido tremendo.  Actualmente, existe una población muy pequeña en la cordillera Cantábrica y otra en los Pirineos. Según los datos difundidos en el portal de divulgación científica Science Direct, en el año 2019 quedaban en la cordillera Cantábrica 191 ejemplares y se estimaba que solo sobrevivían 60 hembras.

Si no hacemos algo es posible que en poco tiempo esta especie de gallardo plumaje y una de las de mayor tamaño desaparezca por completo de nuestro país. En tus manos se encuentra la posibilidad de que se apliquen medidas de conservación adecuadas para evitar su extinción. Todos tenemos un gran compromiso con la conservación de la biodiversidad. Algunos proyectos realizados no han dado resultados tan positivos como se esperaba, por eso hay seguir luchando, aunar esfuerzos entre todos y emplear técnicas de gestión eficaz del conocimiento para analizar e identificar perfectamente todas las causas que ha determinado su disminución. Con los resultados de los estudios y análisis es necesario diseñar y poner en práctica con urgencia un programa de acciones precisas que imposibilite que mueran los últimos urogallos que quedan y que favorezca que su población se incremente. 

Recuerda: «Una especie que habita un lugar, es como el color de un lienzo que recrea un paisaje, si desaparece, se desvanece la historia y la belleza que lo envuelve».