Actualmente, en la sanidad pública, concretamente en el área de salud mental, existe un déficit desproporcionado de profesionales, en relación al elevado número de pacientes. Esta falta de personal provoca que estos psicólogos, psiquiatras y demás personal asuman, una carga de trabajo muy elevada, esto a su vez genera un desgaste mayor en estos, y como consecuencia, la calidad de atención a sus pacientes se ve mermada considerablemente. Muchos de estos profesionales terminan solicitando bajas laborales debido al síndrome de burn out ("trabajador quemado").

          Durante el transcurso de la primera ola de la pandemia, los trastornos o enfermedades mentales se han visto incrementados en gran medida. Sin embargo, no se ha reforzado ni invertido en contratar a más profesionales. 

         A día de hoy seguimos siendo uno de los países de la UE que no cuenta con un protocolo de prevención del suicidio. 

         Por lo tanto, esta petición tiene como objetivos:

• Incrementar el número de profesionales hasta llegar al ratio adecuado para tratar correctamente a sus pacientes.
• Crear un protocolo de prevención del suicidio.
• Elaborar y poner en práctica campañas de sensibilización para tratar de erradicar el estigma social que se genera en entorno a las personas que padecen un trastorno o enfermedad mental.