Carolina creció bajo el alero de sus abuelos maternos y de su padre solo conoció el abuso y violencia. Matías y su hermana crecieron solos viendo a su mamá tener dos trabajos para poder mantenerlos.
Hoy, ambos han tenido una hija y se ven obligados a traspasarle a ella su primer apellido, el único legado de sus ausentes padres... ambos desean reconocer la labor de sus familias maternas dándole este reconocimiento a la nueva generación.

Hoy, hemos progresado con la Ley 21.334 Sobre Determinación del Orden de los Apellidos por Acuerdo de los Padres, sin embargo, sería una pequeña modificación y un gran avance incorporar la opción de traspasar a los hijos los apellidos maternos.

El  artículo 58 ter indica que "El primer apellido de la madre y el primer apellido del padre se transmitirán a sus hijos", lo que solo debiese cambiar a "un apellido de la madre y uno del padre".