Me llamo Ángel, soy un padre de familia cualquiera, mileurista, que acaba de recibir una factura de luz y gas de 441 euros, correspondiente a dos meses de consumo. Mi termostato nunca sube de los 18/19 grados en invierno y también hacemos un consumo de luz responsable. Con la nueva tarificación aplicada a partir del 01/01/22, el gasto por un mismo consumo casi se duplica con respecto al año pasado. Es inaceptable. Un bienestar mínimo en el hogar debería ser un derecho fundamental de todo ciudadano. Trabajamos, pagamos impuestos, intentamos mantener a nuestras familias y las grandes empresas energéticas nos saquean a cara descubierta, sin ningún pudor, porque el Estado mira para otro lado. Me siento totalmente desprotegido como consumidor ante esta subida y me planteo, muy a mi pesar, no encender la calefacción en mi casa. 

Pido una regulación por parte del Gobierno, unos máximos y unos mínimos aplicables a la tarificación y una mayor protección al consumidor.

Hemos perdido el norte. No podemos quedarnos de brazos cruzados. SÚMATE A MI PETICIÓN. Creo firmemente en que JUNTOS podemos cambiar las cosas.