Los docentes del Ministerio de Educación de Costa Rica, hemos sido un gremio que nos sobreponemos a las dificultades y enfrentamos todos los cambios que pedagógica  o  administrativamente se nos imponen a realizar. Lo hemos hecho por años con vocación y agradecimiento. Pero en los últimos años, varios elementos han influido para que el gremio docente este sufriendo de mucho estrés y todos tienen relación con la sobre carga laboral que impone el Ministerio de Educación Pública. Dentro de ellas está el excesivo papeleo, muchas de las  funciones se tiene que realizar en horarios extemporáneos a nuestra  jornada laboral y no remuneradas, preparación y evaluación de estrategias, actividades bimodales atendiendo estudiantes a distancia y presencialmente, ensayos con herramientas digitales  que no funcionan como conejillos de Indias (SIRIMEP),  que generan estrés. No somos respetados como profesionales. Nos hacen sentir que no hay planificación y parecen ocurrencias e improvisaciones y las pagamos los docentes con jornadas extensas en nuestros hogares sacrificando tiempo de nuestros hijos y nuestras  familias . Muchas docentes son madres de familia y a veces hacen el doble rol de madre y padre, pero deben de dedicar muchas horas extra laborales, tiempo de sus hijos  para atender la carga laboral. Esto influyen en un deterioro de la calidad de vida del docente y sus familias. Está más que demostrado y es obvio que un trabajador necesita salud física y emocional para rendir en sus labores y esto se contrapone a este principio.  Exigimos respeto para nuestra vida familiar y privada. Agradecemos el trabajo, pero ocupamos tiempo para educar que fue para lo que nos contrataron, déjennos educar.