En la crisis del coronavirus por desgracia intervienen muchos factores, tanto los propiamente relativos a la enfermedad como los que no lo son.

En estos tiempos, por desgracia las autoridades e instituciones tienen en cuenta de manera prioritaria aspectos como los económicos, laborales, así como los propiamente políticos antes que los que atañen a la salud de la sociedad.

Creemos que en cualquier caso, es de obligación anteponer en cualquier situación la salud de la ciudadanía para posteriormente poder abordar el resto de aspectos con tranquilidad y seguridad.

Esta situación es grave en todos los sectores, pero lo es aún más en el sector infantil y en concreto cuando los menores tienen que acudir por imperativo a los centros escolares en unas condiciones que lo único que aseguran es el contagio y la posterior transmisión de la enfermedad.

Solicitamos un mínimo de cordura y mirada a medio plazo que permita que nuestros hijos no se vean obligados a permanecer en esta situación de indefensión hasta que se haya logrado una vacuna y tratamiento efectivo contra la enfermedad.

Es prioritario posponer la educación presencial hasta ese momento y consideramos que NO SE HA DE OBLIGAR A LOS NIÑOS Y A LAS FAMILIAS A ASUMIR ESTE RIESGO INTOLERABLE.