Constituye una verdadera afrenta que la Asamblea de Extremadura destine 485.000 euros a la compra de teléfonos móviles y tabletas de última generación de los diputados autonómicos. Cabe  suponer que cada uno de los miembros de la cámara cuenta con dispositivos propios y en todo caso las remuneraciones que perciben por su labor les permiten adquirirlos por su cuenta.  En el supuesto de que fuese necesario dotarles de las "herramientas precisas para su labor en movilidad", éstas pueden ser más adecuadas y proporcionales al nivel económico de la Comunidad. No es de recibo que en la región más pobre de España y una de las depauperadas de la CE se apruebe un gasto semejante, La Asamblea de Extremadura debiera reconsiderar la propuesta y, o bien anularla o adecuarla a un presupuesto más bajo. Los ciudadanos no debemos consentir semejante despilfarro.