La luz debe dejar de ser un objeto de lujo, pues en eso es en lo que se ha convertido con las tarifas incontroladas de las eléctricas. No puede ser que haya personas social y económicamente vulnerables que tengan que elegir entre el derecho a alimentarse y el derecho a respirar, máxime cuando el calentamiento del planeta está consiguiendo el aumento vertiginoso de las temperaturas. ¿Por qué no se establece el porcentaje de la subida de la luz acorde con la subida del salario mínimo?

¿Cómo puede ser que, según la Ley de Presupuestos Generales del Estado las pensiones abonadas por el sistema de la Seguridad Social, así como las de Clases Pasivas del Estado, experimentarán en 2021 con carácter general un incremento del 0,9 por ciento?.

Basta ya de facturas ininteligibles, de subidas abusivas de lo que debiera ser un bien universal.