Los profesionales de todas las universidades adherimos a la declaración de los Expresidentes de la Fundación de Ingenieros. UC. 

Expresamos nuestra preocupación por el gran riesgo que representaría para Chile esta Propuesta de Constitución.  Consecuentemente, la rechazamos.

Si bien tiene algunos elementos buenos, muchos otros podrían
socavar la democracia y la economía, profundizando la ya evidente
desunión.

Le impone al país entornos normativos inapropiados, con
innumerables efectos adversos y graves consecuencias.   Habría
nuevas incertidumbres e inequidades.  Aumentaría los costos del
Estado.  Habría menos oportunidades reales de crecimiento
económico y fuentes de empleo, poniéndose en riesgo la operación
de empresas y la existencia de otras.

La ingeniería, y los profesionales en general, aportamos a la humanidad, desde la innovación y el mejoramiento continuo. Los grandes cambios empiezan con pequeñas pruebas controladas y comprobando previamente los resultados, evitando riesgos. Múltiples expertos han señalado el riesgo que visualizan ante esta propuesta disruptiva. Es mejor darse el tiempo de reflexionar pausadamente cómo resolver sus evidentes fallas de diseño, buscando alcanzar un amplio respaldo, pero hacerlo en un contexto ordenado y conocido.

La formación profesional nos ha enseñado la importancia de la
cautela y la prudencia. Sin parar en la búsqueda de la verdad,
debemos aportar al desarrollo desde la racionalidad y tomando
siempre en cuenta las experiencias exitosas del mundo. No
repitamos las malas. Basémonos en la evidencia y el saber científico sólido, dejemos de lado los prejuicios e ideologías que pudieran interponerse incluso a los más nobles propósitos.

RECOMENDAMOS ESCRIBIR UN NUEVO TEXTO, QUE REPRESENTE MEJOR NUESTRA IDIOSINCRACIA, REALIDAD Y ESPERANZAS, DE MODO QUE INSPIRE LAS VOLUNTADES DE TODOS LOS CHILENOS.