Sínar Corzo Esquinca fue asesinado el pasado 3 de enero en Arriaga. Por su trabajo como defensor de derechos humanos en favor de las comunidades más vulnerables de su municipio, recibió  cárcel injusta y amenazas que denunció y quedaron consignadas en la recomendación 18/2015 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos que obligaba al gobierno del estado de Chiapas, a Manuel Velasco Coello, y al gobierno municipal de Arriaga, no sólo a dar una disculpa pública, si no a cambiar el trato hacia los organismos y defensores de derechos humanos, a brindarles protección y apoyo. Lejos de lo anterior su lucha fue criminalizada por el gobierno del estado, no cumplió con las recomendaciones, y resultó en consecuencia, el cobarde asesinato de nuestro compañero. Exigimos que los autores materiales, intelectuales y  los responsables por omisión sean llevados ante la justicia.