La violencia sexual contra las niñas cada día aumenta en nuestro país, estos casos no ocurren de manera aislada. Son hechos sistemáticos, que ocurren en sociedades que normalizan la violencia sexual al minimizarla o ignorarla e inclusive fomentarla con acciones misóginas donde las mujeres y niñas son devaluadas y objetificadas diariamente. Cada año nos desgarran noticias de niñas que mueren de forma cruenta y despiadada, después de haber sido violadas y asesinadas por familiares, vecinos o personas conocidas de la familia, algunos casos por menores de edad. 

La radio y televisión siguen emitiendo contenido de apología a la pedofilia y violencia sexual contra niñas con la permisividad de las instituciones del Estado que están llamadas a regular el contenido que se difunde en los medios de comunicación masiva, sustentando y legitimando la cultura de la violación. Los entornos sociales que permiten que se justifique la violencia sexual se alimentan de las persistentes desigualdades de género, raza y clase y cada año se traduce en cifras. Según datos abiertos del Ministerio Público, en República Dominicana se reportaron un total de 1,278 casos sometidos por abuso a menores desde enero hasta junio del  año pasado, de los cuales encabezan la lista Santiago con 346, Puerto Plata con 243, San Cristóbal con 132 y Santo Domingo con 100 casos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, todo tipo de abuso infantil es un detonante de sufrimiento para los niños y sus familias, y puede ocasionar consecuencias a largo plazo afectando la salud física como mental. 

Es inconcebible que en este país la mayoría de las niñas en edad escolar desconozcan su ciclo menstrual, no comprendan un texto simple, se pretenda dotar de biblias los planteles escolares pero se permita que a la edad de 13 años sean  sexualizadas explícitamente en el imaginario popular por su apariencia. ''Niña coqueta, de ojos azules, ¿por qué no me entiendes?’’. No, Luis Miguel, una persona a esa edad no tiene por qué entenderte, tú deberías revisar tus letras pedófilas que incentivan la comisión de delitos sexuales contra menores.  Conforme a la Ley 136-03, que instituye el Sistema de Protección y los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes, el abuso sexual es la práctica sexual con un niño, niña o adolescente por un adulto, o persona 5 años mayor, para su propia gratificación sexual, sin consideración del desarrollo sicosexual del niño, niña o adolescente y que puede ocurrir aún sin contacto físico. El artículo 12 de esa ley o Código del Menor contempla el derecho a la integridad personal, estableciendo que “comprende el respeto a la dignidad, la inviolabilidad de la integridad física, psíquica, moral y sexual, incluyendo la preservación de su imagen, identidad, autonomía de valores, ideas, creencias, espacio y objetos personales”.

El Reglamento  No. 824 para el Funcionamiento de la Comisión Nacional De Espectáculos  Públicos  y  Radiofonía establece que esta institución  tiene como propósito evitar que en la República Dominicana se lleven a cabo espectáculos públicos y emisiones radiofónicas que ofendan la moral, las buenas costumbres, las relaciones con países amigos y en general que puedan ser perjudiciales a los principios y normas del pueblo dominicano según lo expresa. Nos preguntamos ¿Qué entiende esta institución por buenas costumbres?, ¿acaso la seducción de menores es parte de nuestras buenas costumbres?, en el país de Latinoamérica con una de las tasas más altas de embarazos en adolescentes y fecundidad, que generan grandes costos sociales, resulta vergonzoso que se difundan estos mensajes en la palestra pública. 

El Art. 62.- de este reglamento dice: La radio y la televisión tienen la función social de contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento de la forma de convivencia humana; al través de sus transmisiones se procurará: Evitar influencias malsanas y perturbadoras del desarrollo armónico de la niñez y la juventud dominicanas.

La tolerancia estatal a la violencia sexual y la omisión del Estado en la provisión de una educación sexual integral laica que permita a las niñas y adolescentes tomar decisiones asertivas acerca de su sexualidad, conocer mejor su cuerpo y prevenir abusos a parte de agravar el problema, pone en evidencia cuan misógino  es el Estado en el cual vivimos y no podemos seguir tolerándolo, es por esto que pedimos a las instituciones competentes: RETIREN LA CANCIÓN NIÑA COQUETA DE LUIS MIGUEL DEL AMARGUE DE LA RADIO Y TELEVISIÓN Y PROHIBAN SU REPRODUCCIÓN  EN ESTABLECIMIENTOS.