*La versión en español se encuentra después del texto en inglés. 

The story I am about to tell you is the reality of thousands of U.S citizens who are currently engaged to be married to Cuban nationals. Many of said couples have children together, and every one of them has dreams, plans, and the right to have an interview for their already approved cases. 

In this petition, we would like to get the attention of the U.S Department of State and more specifically the NVC (National Visa Center).

In 2016, with the closure of the U.S Embassy in Havana, all visas were moved to be processed in Guyana. That change added an undue financial burden to already struggling families. 

Recently, with the re-opening of the U.S Embassy in Havana, many categories of visas were transferred to the Cuban location. The K-1 visa, however, fell into an unprecedented situation. It is almost like we have been forgotten by both embassies and there is no explanation as to why. 

When many of us applied for the K-1 visa, it was a shorter wait time than the spousal visa so we decided to take that route. What used to be a 6-9 month process is currently taking over 2 years.  

The NVC used to pass cases to the embassy in Guyana once every month, which gave us hope that we would be reunited with our loved ones at some point. Suddenly and with no explanation, all transfers ceased being April 1st the last time we have notice of a K1 case being transferred from the NVC to the U.S Embassy in Guyana. At first, we were hopeful that we would too be moved to Havana, but that hope has fizzled out when we got notice that the K-1 is not one of the visas that are being prioritized at this time. 

Currently, we feel invisible. We are U.S citizens who pay our taxes diligently as well as all of the application fees for this process. We have waited patiently because we understand the difficulties that a pandemic brings as well as the complexity of the reopening of an embassy. We can no longer wait in silence.

We request that we are informed of our current situation via email or phone call.

We request that the NVC continues to process our cases diligently so the families can be reunited and this suffering can stop.

We request that the NVC employees receive training about our process so they can answer our questions correctly.

We request a way to communicate effectively with the NVC as currently the phones are shut off and emails take 2 months to be answered.

Respectfully, 

K-1 Petitioners and Beneficiaries 

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La historia que les voy a contar es la realidad de miles de ciudadanos estadounidenses que actualmente están comprometidos para casarse con ciudadanos cubanos. Muchas de dichas parejas tienen hijos juntos, y cada uno de ellos tiene sueños, planes y el derecho a tener una entrevista para sus casos ya aprobados.

En esta petición, nos gustaría llamar la atención del Departamento de Estado de los EE. UU. y, más específicamente, del NVC (Centro Nacional de Visas).

En 2016, con el cierre de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, todas las visas se trasladaron para ser procesadas en Guyana. Ese cambio agregó una carga financiera indebida a las familias que ya tenían dificultades.

Recientemente, con la reapertura de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana, se transfirieron muchas categorías de visas a Cuba. La visa K-1, sin embargo, cayó en una situación sin precedentes. Es casi como si ambas embajadas nos hubieran olvidado y no hay explicación de por qué.

Cuando muchos de nosotros solicitamos la visa K-1, tenía un tiempo de espera más corto que la visa de cónyuge, por lo que decidimos tomar esa ruta. Lo que solía ser un proceso de 6 a 9 meses actualmente toma más de 2 años.

El NVC solía pasar los casos a la embajada en Guyana una vez al mes, lo que nos daba la esperanza de reunirnos con nuestros seres queridos en algún momento. De repente y sin explicación, todas las transferencias cesaron, siendo el 1 de abril la última vez que recibimos un aviso de transferencia de un caso K1 del NVC a la Embajada de los EE. UU. en Guyana. Al principio, teníamos la esperanza de que también nos trasladaran a La Habana, pero esa esperanza se desvaneció cuando nos enteramos de que la K-1 no es una de las visas que se priorizan en este momento.

Actualmente, nos sentimos invisibles. Somos ciudadanos estadounidenses que pagamos nuestros impuestos con diligencia, así como todas las tarifas de solicitud para este proceso. Hemos esperado con paciencia porque entendemos las dificultades que trae una pandemia así como la complejidad de la reapertura de una embajada. Ya no podemos esperar en silencio. 

Solicitamos que se nos informe de nuestra situación actual a través de correo electrónico o llamada telefónica.

Solicitamos que el NVC continúe procesando nuestros casos con diligencia para que las familias puedan reunirse y este sufrimiento pueda terminar.

Solicitamos que los empleados de NVC reciban capacitación sobre nuestro proceso para que puedan responder nuestras preguntas correctamente.

Solicitamos una forma de comunicarnos de manera efectiva con el NVC ya que actualmente los teléfonos están apagados y los correos electrónicos tardan 2 meses en responderse.

Respetuosamente,

Solicitantes y beneficiarios K-1