El maltrato de está trasladando hacia los menores con el fin de seguir haciendo daño a la madre. Se somete a los niños a interrogatorios sobre el otro cónyuge y se le descalifica en su presencia. Se les maltrata psicológicamente lo mismo que se hacía con su madre y las visitas sólo sirven para desestabilizar al menor. Muchos niños tienen auténticas pesadillas cuando tienen que cumplir con el régimen de visitas y vuelven a casa totalmente desmoralizados. También reciben amenazas para que no les comenten a nadie el interrogatorio al  que de les  somete  y se les trata con desprecio e indiferencia si relatan a sus madres lo que les está ocurriendo. Hay casos de niños que se confiesan con sus tutores y/o psicólogos en el colegio y suplican que no se les obligue a ir con el progenitor. Cuando éste es llamado a capítulo el niño recibe amenazas y todo tipo de vejaciones, dejaciones y abandono. Se trata de obligarles a cumplir con el régimen de visitas para martirizar a la madre a través del hijo. Se está haciendo con niños muy mayores y algunos se retrasan en los estudios, otros han llegado a suicidarse. Cuando la violencia vicaria se lleva a los extremos, algunos niños so asesinados por el propio progenitor. Hay que poner remedio a esta injusticia y obligar a los jueces a implicarse más en este tema y, sobre todo, a qué se dignen a escuchar a los niños mayores de 12 años, porque a muchos niños se les está negando ser oídos.