Todos aquellos que vivimos en las riveras del Río Paraná hemos sufrido y seguimos sufriendo las consecuencias nefastas por las quemas indiscriminadas de las islas. Los daños han sido de toda índole: Problemas respiratorios en la población, pérdidas de especies autóctonas de fauna y flora, modificación permanente del ecosistema, concentración de humo que provoca accidentes de automóviles, peligro en la navegación de los barcos y contaminación de las aguas. Pese a que la Corte dispuso una medida cautelar para el cese de las quemas, todo esto cayó en saco roto, porque han seguido produciéndose incendios. Es imperioso que los Señores integrantes del Alto Tribunal dicten una sentencia definitiva para hacer cesar estos efectos nocivos. Lamentablemente el expediente está a estudio desde el 15 de marzo de este año y pese a que comprendemos que la Corte tiene múltiples cuestiones para resolver, entendemos que esto es de vital importancia, y por ello exhortamos a que se dicte una sentencia ejemplificadora para que de una vez por todas se termine este flagelo que venimos sufriendo tanto la población como el Medio Ambiente desde hace muchísimos años.