Como colombiano y abogado especialista en Derecho Público, me decepciona un poco ver cómo en la nueva reforma tributaria que radicó esta semana el Gobierno de Gustavo Petro, sí van a tocar el bolsillo de las clases bajas y medias, al incluir impuestos a productos como el chocoramo.

Es que la discusión más allá de que sea un producto saludable o no, creo que también debe radicar en cómo esto afectará a la industria nacional, a los tenderos, vendedores ambulantes y pequeños comerciantes que encuentran en la venta de estos productos una forma de subsistencia. ¿Qué pasará con ellos?

Es un alza del 10% en los impuestos que también afectará a productos y alimentos como el chicharrón, la butifarra, el salchichón, las obleas, los snacks, las galletas, los gansito, entre otros. Muchos de estos productos son parte de la industria colombiana y son incluso símbolos de nuestra gastronomía callejera.

Entiendo el objetivo de los impuestos saludables y tiene todo el sentido del mundo aplicarlo para megacorporaciones como Margarita y Coca-cola que con sus alimentos ultraprocesados y bebidas azucaras generan ganancias multimillonarias en todo el mundo. Pero ¿porqué meternos con la industria nacional y con productos autóctonos como las obleas? ¡NO es necesario!

¡Unámonos ya para que ni el Chocoramo, ni el chicharrón, ni las obleas tengan impuestos adicionales en la nueva reforma tributaria! Son productos nacionales que debemos proteger y no pueden terminar convirtiéndose en un lujo al que las familias más pobres no podrán acceder.

Ayúdame FIRMANDO y COMPARTIENDO esta petición para exigir un #ChocoramoSinTributaria