Apoyar al pueblo colombiano movilizado contra un régimen terrorista

Apoyar al pueblo colombiano movilizado contra un régimen terrorista
¿Por qué es importante esta petición?

Carta de apoyo al pueblo colombiano
Los firmantes, profesores, académicos e investigadores chilenos expresamos nuestra solidaridad y rechazamos enérgicamente la represión en contra de las legítimas manifestaciones del pueblo colombiano emprendidas por Iván Duque, su gobierno, las fuerzas policiales, armadas y el paramilitarismo.
Las multitudinarias protestas y movilizaciones en contra de la reforma tributaria, que agravaba aún más la situación de los sectores populares en plena crisis sanitaria expresan un rechazo mayoritario del conjunto de la sociedad ante las imposiciones dictadas por el FMI y por los sectores oligárquicos aun presentes en Colombia.
Nuevamente en la historia de Latinoamérica se pretende que el déficit fiscal lo paguen las capas medias y bajas, confinándolas al hambre y la miseria bajo el nombre de “Ley de Solidaridad Sostenible”, normativa caracterizada por el aumento del impuesto de un 19% a los servicios básicos y a los productos esenciales para toda mujer y hombre colombiano y un impuesto a todos quienes ganen sobre dos sueldos mínimos. Esto implica que el conjunto del pueblo cargará con el 73% de la recaudación que el Estado pretende obtener y que solo compromete al 27% del gran capital, cifra significativamente menor para aquellos que apenas tributan el 1,9% de sus utilidades anuales.
En un país donde la pandemia ha cobrado la vida de 72.000 personas y donde el incremento de los niveles de desempleo y pobreza se hicieron evidentes en el último año, estas protestas no son más que la acumulación de rabia y frustración por décadas de neoliberalismo y terrorismo estatal en contra del pueblo.
Violencia que no ha parado luego de cinco años del llamado proceso paz colombiano y que significó el desarme de la mayor parte de la guerrilla. Es así como, desde antes del paro Colombia asistía al asesinato sistemático de líderes sociales y masacres que se suceden sin tregua, donde el gobierno de Duque culpa constantemente a otras fuerzas activas como ELN, las disidencias de las FARC o a los llamados agitadores extranjeros.
Junto a los más de doscientos excombatientes asesinados desde los acuerdos de paz y alrededor de cien líderes sociales asesinados solo el año 2020, se encuentran las violaciones permanentes a los derechos humanos durante las movilizaciones actuales entre las que se cuentan más de 80 desapariciones de personas, agresiones sexuales en contra de mujeres, miles de detenciones arbitrarias y decenas de mutilados oculares entre el 28 de abril y el 5 de mayo de este año.
Esa es la paz de los acuerdos con el capital, una paz que desarma el avance de los pueblos y que impone la paz de los cementerios.
No a la represión del pueblo colombiano y fin a su dictadura democrática que ha hecho del asesinato, linchamiento y criminalización de la protesta social una constante contra su propio pueblo.
Firman
Dra. Adriana Palomera Valenzuela. Profesora de Historia. Universidad de Santiago de Chile
Dra. Viviana Bravo Vargas. Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Dra. Karen Alfaro Monsalve. Universidad Austral de Chile-Valdivia
Dra. Ivette Lozoya López. Universidad de Valparaíso
Dr. Igor Goicovic Donoso. Universidad de Santiago de Chile
Dr. Pedro Rosas Aravena. Universidad Academia de Humanismo Cristiano
Dr. Claudio Pérez Silva. Universidad de Valparaíso
Dr. Robinson Silva Hidalgo, Universidad Austral de Chile-Valdivia
Dr. Felipe Zurita Garrido. Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación