Hasta antes de la pandemia que estamos atravesando, el horario de comercio en la ciudad de Santa Fe era de 8 a 12 y de 16 a 20, lo que repercutía directamente en la vida de los trabajadores del sector, afectando su economía, su vida familiar y social, sus horas de sueño, su salud, etc.

Por ello pensamos que sería un gran paso para la sociedad santafesina en su conjunto, y fundamentalmente para los comerciantes y empleados de comercio, que cuando la actividad retome su normalidad lo haga en horario corrido de forma definitiva y permanente como ocurre en las grandes ciudades.

De este modo, entre otras cosas, los trabajadores del rubro podrán disponer de su tiempo no sólo para trabajar, sino también para vivir, y los cosumidores podremos seguir consumiendo como siempre.

Una sociedad más justa se construye entre todos, y este sería otro pequeño paso para llegar a ella.