Antes y durante la pandemia, diversos grupos de personas han tomado espacios públicos y/o sus domicilios como salones de fiesta-bares, lo que ha implicado la venta-consumo ilegal de alcohol, así como altos niveles de música que se consideran contaminación auditiva. No sólo es algo de cada semana, sino de toda la noche, comienzan por la tarde y terminan a altas horas de la madrugada.

Tampoco respetan las medidas implementadas por la pandemia.

Es algo que afecta la tranquilidad y bienestar de los vecinos dentro de sus hogares.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), éste tipo de contaminación produce diversas afectaciones físicas & mentales ya que las personas no debemos estar expuestas a más de 60 decibeles.

Muchas zonas habitacionales son ocupadas por adultos mayores o personas que trabajan toda la semana y merecen descansar sin ruidos.

Se solicita de manera urgente la implementación y cumplimiento de la ley contra el ruido en el Estado de México, así como un óptimo servicio de las patrullas al pedirles su apoyo contra los responsables.

De igual forma la ley de condóminos explica en uno de sus artículos que dicha problemática puede ser llevada a jurídico. Si se implementa, cumple & respeta, junto con la ley general contra el ruido; será mejor.