La monarquía es una institución retrógrada y anticuada que no casa con la idea de una sociedad progresista.

A la luz de la reciente publicación de las reprobables actividades del rey emérito, de las cuales -podría afirmar con total seguridad- toda la casa real era testigo, la sociedad española ha visto como una institución en la que siempre había depositado su confianza, capitaneada por un rey al que llamaban "campechano", le ha clavado una puñalada en la espalda.

Pidamos un referéndum al gobierno para decidir quién queremos que nos represente como país. ¿Queremos seguir con la monarquía parlamentaria o queremos una república? ¿Queremos seguir manteniendo con nuestros impuestos una institución corrupta, cuando podríamos estar destinando ese dinero a fines sociales o a avanzar como sociedad?

Ejerzamos nuestro derecho como ciudadanos de este país democrático.