En vista del bloqueo comercial, laboral y educativo que se nos avecina es probable que muchos nos quedemos sin ingresos suficientes, no solo para subsistir, si no para hacer frente a las obligaciones de pagos a las que nos hemos comprometido Por ejemplo compra  o alquiler de vivienda, compra o alquiler de coche, muebles, seguros sociales tanto de empresas, como de empleados y autonomos, impuestos, sanciones, multas,  etc.. Si el Gobierno autorizara una paralización de estos pagos, en tanto dure la crisis del corona virus COVID 19  el ciudadano de a pie vería con menor recelo las instrucciones de no salir, viajar, etc. etc. para ayudar a que no se propague el contagio.  Porque si continuamos obligados a cumplir con nuestros compromisos puede originar una angustia o una depresión que podrian ser superiores al posible impacto del  puñetero contagio que igual hasta cursa sin sintomas. Una vez todo volviera a la normalidad esos pagos se distribuirían razonablemente para poder hacer frente a los mismos y que nadie salga perjudicado.