Los productos residuo cero o ecológicos, són más caros que los convencionales y los que utilizan plásticos para sus embalajes por lo que no son asequibles para todos los bolsillos. Si queremos que sean más los ciudadanos que consuman productos ecológicos y  de residuo cero, y que las empresas se pasen a la utilización de embalajes más sostenibles sin que se vean afectados por un incremento en el gasto de embalaje de sus mercancías, el Estado tiene que rebajar su precio, y la manera de hacerlo es a través de los impuestos. Si el Estado incluye dentro de la lista de productos con IVA superreducido los residuo cero y los ecológicos,  el precio de estos productos se rebajará considerablemente. También sería necesario que sé ayudara a los productores y a las empresas sostenibles con deducciones en el impuesto de sociedades, deducciones estatales y autonómicas en el IRPF.

El Cambio climático es un hecho y nos afecta a todos, sino nos ponemos las pilas, será demasiado tarde para revertirlo.