Es evidente que con Pablo Casado al mando del Partido Popular, la derecha nunca gobernará España. Ello es debido a la evidente animadversión que éste hombre profesa a la formación de Vox, la cual es totalmente necesaria para la obtención de la mayoría absoluta. A tal punto llega el despropósito, que de ser VOX el partido más votado, Casado no dudará en pactar con el PSOE para mantener a España en la miseria heredada.

Bajo el mando de Ayuso, la alianza PP -VOX será más que probable, y España tendrá esperanzas de convertirse en la potencia europea que nunca debió dejar de ser.