Mi nombre es José y vivo en la isla del Hierro; hace unos años, a causa de un accidente, perdí gran parte de mi movilidad por afectación de mi médula espinal. Desde entonces, dependo de la morfina para controlar el dolor y mi salud cambió radicalmente a peor; tenía que eliminar todos los aspectos poco saludables en mis hábitos. Tenía que dejar de fumar fuera como fuera. 

Probé todas las formas posibles…todo fue inútil. Hasta que un día, navegando por la red, me topé con los vaporizadores personales. Gracias a la buena asesoría de usuarios y profesionales en la red, conseguí mi primer equipo. Dejé de fumar en el acto. ¡No lo podía creer!

Rápidamente noté cómo los efectos de años de tabaquismo iban desapareciendo de mi cuerpo. A pesar de mi minusvalía, ¡me encontraba como no me había sentido en años! fue un auténtico milagro. Llevo ya dos años sin tabaco y he conseguido reducir mucho la dosis de nicotina; sin embargo, todavía la necesito para controlar la necesidad de fumar.

Muchas instituciones médicas de prestigio en varios países apoyan el vapeo. El Real Colegio de Médicos de Reino Unido lo declara como un 95-99% menos perjudicial que el tabaco y allí, se prescribe para dejar de fumar. Cuando me enteré de que, en el nuevo borrador de la ley antitabaco, el Ministerio de Sanidad había impuesto la prohibición de la venta a distancia de nuestros dispositivos ¡no daba crédito! ¿Cómo pueden alejar a los fumadores de una herramienta que les puede salvar la vida?

En la isla del Hierro no existe ninguna tienda física de vapeo. Si no puedo comprar online, tendría que coger un avión para poder conseguir los productos que me mantienen alejado del tabaco. Aunque lucharé contra ello con todas mis fuerzas, temo volver a fumar, puesto que la manera más rápida de suplir la necesidad de nicotina será entrar en el estanco.

En España existen muy pocas tiendas especializadas de vapeo y nunca llegarán a regiones tan apartadas como la mía, o como la de mi amigo José Luis, que dejó de fumar 30 cigarrillos diarios hace 6 meses y vive en un pueblecito apartado de Andalucía; cada vez que tenga que comprar repuestos tendrá que desplazarse 120 kilómetros; mi amigo Antonio, 194 km, mi amigo José Manuel…180 km. Todos tienen un estanco al lado de casa.

¿Y qué ocurre con los fumadores y vapers que, como yo, tienen problemas de discapacidad?  Por ejemplo, mi amiga Vane; ella tiene esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa, y sufre fuertes dolores y fatiga; necesita muletas para andar y tiene la tienda más cercana a muchos km aunque, para ella, 100 metros ya son un mundo. Dejó de fumar gracias al vapeo, ya que el tabaco empeoraba su enfermedad. También tiene un estanco al lado de casa.  

Si entra en vigor esta ley, con las pocas tiendas que hay en España, miles de vapeadores tendrán que desplazarse cientos de kilómetros para comprar los productos que les salvan la vida y miles de exfumadores volverán a caer en el tabaco. Pedimos a las autoridades sanitarias que, realmente, velen por la salud de todos los ciudadanos y, a nuestros políticos, que enmienden el Anteproyecto de Modificación de la Ley Antitabaco para que no se prohíba la venta a distancia de nuestros vaporizadores.

Por favor, firma esta petición y ayúdanos a seguir salvando nuestra vida y la de mucha más gente.

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