Según una nota de prensa emitida por Reuters 29/nov/2021. Muchas monjas son abandonadas a su suerte cuando dejan la congregación a la que pertenecen, incluso alguna de ellas han tenido que trabajar en un burdel y practicar la prostitución.

Según muchos testimonios públicos, la Congregación de los Legionarios de Cristo practica la política de dejar abandonados a su suerte a los religiosos que dejan la Congregación. Ha habido casos conocidos de ex religiosos que han tenido que pedir dinero en la calle con un cartel y vivir en albergues para transeúntes.

Por ello, quienes firman esta nota, solicitan al Santo Padre el Papa Francisco, CAMBIE el número 702 del Código de Derecho Canónico, que dice literalmente:

1.       “Quienes legítimamente salgan de un instituto religioso o hayan sido expulsados de él, NO TIENEN DERECHO a exigir nada por cualquier tipo de prestación realizada en el.

2.       Sin embargo, el instituto debe observar la equidad y la caridad evangélica con el miembro que se separe de él.”

Por otro número en el que se reconozca el derecho de los religiosos a recibir toda la AYUDA ECONÓMICA NECESARIA por parte de la Congregación a la que pertenecieron hasta que logren una estabilidad laboral en su nuevo estado seglar.

La relación entre la Congregación y sus antiguos miembros no puede ser una relación “caritativa” sino basada en “el principio de justicia”, pues los religiosos han renunciado a sus estudios y han entregado su tiempo de modo generoso su Congregación y como consecuencia de ello ahora se ven en la situación de abrirse camino en la vida seglar.

Además, los religiosos o religiosas tendrán el derecho de definir su proyecto de vida libremente, y la Congregación deberá financiar los gastos necesarios, como puede ser consecución de títulos universitarios.