TRABAJADORES DE LA SALUD: HÉROES EN CONJUNTO, INVISIBLES COMO PERSONAS
El 15/11/21 cumplí 65 años y ese mismo día llegó al Htal. Durand la notificación que debía iniciar mis tramites jubilatorios, luego de 41 años de trabajo como Técnica de Laboratorio en hospitales dependientes del GCBA.
Por la relevancia de mis tareas, mi compromiso y mi capacidad de trabajo, mis superiores elevaron al Ministerio de Salud del GCBA un pedido para la postergación por un año del trámite jubilatorio, para realizar un buen traspaso de todas mis responsabilidades.En este proceso, cometí una equivocación: no haber solicitado fecha en el Anses para el inicio de la jubilación. Ingenuamente, seguí ocupada en mi trabajo y creí que el pedido de postergación se resolvería rápida y favorablemente.El castigo a mi equivocación: cesante desde el 1 de febrero.
He sido una trabajadora incansable, consciente de la responsabilidad que tengo con la salud de la población, con el sistema de salud y con mi hospital. Durante la pandemia, nadie se preocupó por mi edad ni mis factores de riesgo, cuando no dejé de ir ni un día a organizar las tareas y rotaciones de los técnicos en uno de los laboratorios en donde se centralizaban los estudios de PCR. Nadie me preguntó si había iniciado los trámites de jubilación cuando, en plenas fiestas, trabajé días feriados para dar respuesta a la sobrecarga que significó la irrupción de la cepa ómicron. A los trabajadores de salud nos han llamado “héroes”, nos hemos expuesto silenciosamente, orgullosos de cumplir nuestro deber con los que nos necesitan. Pero, como tantos otras héroes de este país, terminamos invisibilizados por la inexorable burocracia, que desconoce a las personas detrás de su rutina imparable.
He solicitando se revea esta decisión desde hace mas de 30 días, sin respuesta aún de la administración del GCBA. Seguramente mi pedido caerá en el olvido. Termino mi vida laboral "despedida", me voy con la desilusión y la bronca de ser un número más, de que todo el esfuerzo y dedicación de toda una vida de servicio no ameriten una respuesta. Hubiera deseado despedirme de otra manera de los que trabajaron codo a codo conmigo. Las heroínas nos lo merecemos.
Ana Duré