A nivel mundial, el 80% de las aguas residuales se vierten al medio ambiente sin ningún tratamiento. Causando contaminación de las masas de agua, pérdida de biodiversidad, destrucción de hábitats y riesgos para la salud pública.

En España, 6000 municipios no tienen un tratamiento adecuado de sus aguas residuales, en su mayor parte pequeños municipios que no cuentan con los recursos humanos,económicos y técnicos para implementar depuradoras convencionales y que por lo general, se encuentran en zonas rurales de alto valor ecológico y en riesgo de despoblación. 

Esto es especialmente grave en nuestro país ya que tres cuartas partes del territorio sufren estrés hídrico debido a los efectos del cambio climático, por ello es necesario acciones que promocionen modelos circulares y sostenibles para el uso del agua.

Vivimos en un contexto marcado por los retos ambientales a los que tendremos que hacer frente en la próxima década para mitigar y adaptarnos al cambio climático, cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible y otras líneas europeas como el pacto verde o las políticas del reto demográfico. 

Creemos que para que la transición ecológica sea justa y distribuida se deben garantizar los derechos de acceso a servicios básicos a las personas que viven en los pueblos. Los pequeños municipios representan una oportunidad para impulsar el cambio de paradigma hacia comunidades más sostenibles, que gestionen sus recursos y residuos generando valor económico, social y ambiental a nivel local.