El diagnóstico de mi madre al día de hoy es de cáncer de pulmón metastásico (estadío IV). Sin duda la pandemia que el mundo padeció, sobre todo en su inicio, provocó grandes trastornos de todo tipo; en nuestro caso la suerte hizo que el comienzo de esta pandemia coincidiera con el momento de enterarnos que mi madre estaba cursando esta enfermedad. Allí comenzó la odisea. 

La primera recomendación médica fue "NO PIERDAN TIEMPO CON ESTO". La burocracia a la que estamos acostumbrados sumada a los trastornos que siempre tenían como excusa a "la pandemia" hicieron que todos los estudios, trámites, turnos, autorizaciones, etc que fueron necesarios, se dilataran en el tiempo. Lo que padecimos desde aquel día hasta hoy es muy largo y difícil de explicar en su totalidad en pocas palabras.

El día 14/12/2020 el médico oncólogo solicitó con urgencia un tratamiento de radioterapia holocraneana por la aparición de metástasis cerebrales de consideración. Al día de hoy, y después de muchísimos reclamos de todo tipo, OSDOP nos dice que está todo autorizado y que sólo falta realizar el pago al prestador. Mi madre hoy está en una silla de ruedas, no puede caminar y tiene pérdida de visión. DOS MESES Y MEDIO HAN SIDO DEMASIADO TIEMPO PERDIDO. AUN SEGUIMOS ESPERANDO.

No quiero pensar que a medida que se complican los cuadros médicos y sobre todo en este tipo de patologías, comienza la especulación por parte de quienes tendrían que brindarnos la asistencia necesaria para tratar en tiempo y forma este tipo de enfermedades. 

Por todo esto digo, BASTA OSDOP DE JUGAR CON LA SALUD DE MI MADRE.