La gestión  cinegética de Castilla y León  pende de un hilo que en cualquier momento se puede romper, solo hay que esperar al resultado de una sentencia del Tribunal Constitucional que en su día acepto a trámite un recurso de un defensor del pueblo, o de parte del pueblo.

Esta sentencia lejos de solucionar un supuesto problema, si se confirma que es satisfactoria para los demandantes, no solo va a dejar una Comunidad Autónoma sin el derecho a la caza, sino mucho más drástico, a la economía de toda la comunidad.

La caza, que ha quedado demostrado cientos de veces, es uno de los motores de la economía de nuestras poblaciones rurales, sin el ejercicio de la caza, condenamos a la ruina a un montón de sectores que son nexos de esta actividad como pueden ser la hostelería, la hospedería, gasolineras, armerías, tiendas de ropa, y las más importantes que parece que nunca se piensa en ellas, la agricultura  la ganadería.

Debido a la tensión que los titulares de acotados tenemos en castilla y león, por los problemas ocasionados por una mesa de trabajo que creemos que ha sido nefasta en cuestiones cinegéticas de esta comunidad autónoma, nos vemos en la tesitura de hacer este manifiesto.

Que nosotros, los titulares de los acotados de castilla y león, hacemos nuestros planes técnicos que renovamos a fecha de cumplimiento, de no ser así, nuestros acotados no estarían autorizados para poder hacer esta gestión cinegética.

Que nosotros, los titulares de los acotados de castilla y león pagamos todos los impuestos y  nuestras tasas correspondientes a las temporadas de caza y respetamos las fechas dispuestas por la consejería de medio ambiente año tras año aunque hayamos solicitado en muchas ocasiones una regulación de fechas a colación de como afectase el tiempo climático para  su apertura.

Que nosotros, los titulares de los acotados de castilla y león, somos los más interesados en que las gestiones cinegéticas sean las más correctas para una sostenibilidad de nuestra fauna con nuestra agricultura, siendo nosotros mismos los bedeles de campo y siendo nosotros los que contratamos guardería titulada para poder gestionar cada día mejor estas tareas de campo.

Que nosotros, los titulares de los acotados de castilla y león, somos los que abonamos año tras año unos seguros para paliar los daños que acomete la fauna silvestre a la agricultura de nuestros acotados, que en muchas ocasiones, los daños son tan graves que somos expulsados de estos seguros y que hoy en día es complicado conseguir por estar los cazadores muchas veces atados de manos por esta administración que no nos quiere autorizar o nos autoriza tarde para poder poner remedio a estos males.

Que somos nosotros, los titulares de los acotados, los que seremos  más perjudicados junto a nuestros ayuntamientos, nuestros agricultores, nuestros ganaderos y lo mas importantes, nuestros vecinos de esos acotados que sin nuestra ayuda económica van a ver mermadas sus ayudas para tener una sanidad o una educación justa por no tener dinero para poder sufragar los gastos a estas necesidades de primera categoría.

Con este escrito, queremos exigir, que pase lo que pase con la resolución de la demanda del defensor del pueblo ante el tribunal constitucional por la paralización de la caza de castilla y león por unos hechos que nada tiene que ver con las gestiones cinegéticas de nuestros legalmente constituidos acotados puesto que cumplimos todas las normativas exigidas por la administración, se nos aparte de esa demanda dirigida a las gestiones de los montes públicos gestionados por dicha administración, quiero decir;

Que si la junta de castilla y león, con sus responsables  de medio ambiente y su mesa de trabajo no han sido capaces de hacer una gestión cinegética, o no han sido capaces de hacer un plan técnico solvente para sus terrenos cinegéticos, no debemos de ser nosotros los castigados por su nefasta gestión.

Por esto, desde Caza Pesca Flora Fauna Ibérica, en representación de los acotados de Castilla y León, exigimos se nos exima de cualquier responsabilidad del resultado de este proceso, creyendo firmemente que es un proceso que única y exclusivamente tiene como responsables a una administración y su mesa de trabajo por una nefasta gestión cinegética.