Comienza el curso escolar en Septiembre y un año más, nos encontramos que este recurso personal tan necesario e imprescindible para muchos estudiantes con diversidad funcional, como es el técnico en integración social (monitor/ra) en muchos centros es insuficiente o ni siquiera se ha cubierto.

Para quien no sepa de que estamos hablando, no voy a hablar de justicia, ni derechos, ni normativa ya que todo está recogido con las mejores palabras, cómo igualdad de oportunidades, dignidad, equidad, lograr el máximo desarrollo...y tiene que cumplirse. Voy a hablar de realidades:

Imaginemos que para realizar actividades de la vida diaria tan sencillas para cualquiera cómo coger los objetos, sonarse los mocos, quitarse la baba, ir al servicio, rascarte cuando te pica, desplazarte de un lugar a otro...necesitamos la ayuda de una tercera persona y esa persona NO ESTÁ .Pues esa es la situación en la que se encuentran muchos estudiantes a primeros de octubre sin que se les ofrezca una solución y lo peor es que algunos de ellos padecen enfermedades que necesitan una atención exclusiva porque su vida depende de ello y están sin poder acudir a clase con sus compañeros porque simplemente no obtienen respuesta.

Ya no se trata sólo adaptación curricular, de socialización, de poder seguir el ritmo de una clase, de deberes escolares, exámenes... Es mucho más.

La consejería de educación sigue suspendiendo en EMPATÍA, en poner los recursos necesarios para  que todos los alumnos tengan cubiertas sus necesidades más básicas. En comprender la gran importancia de que antes del comienzo del curso estén previstos todos los recursos necesarios para que cada niño sólo tenga que preocuparse por aprender.