Declaración de Emergencia Pública Nacional por Violencia de Género

Declaración de Emergencia Pública Nacional por Violencia de Género

El horror se expande, se multiplica, se extiende por doquier.
No importa si ellas tienen 10, 15, 20 o 40 años.
Y nosotros miramos abúlicos las escenas y seguimos con nuestras rutinas.
De vez en cuando acudimos a alguna marcha y ya sentimos que hemos “cumplido”. Ya podemos consideramos “sororos”, empáticos, piadosos.
Luego volvemos a nuestra vida. Hasta la próxima víctima.
Ya son tantas que “no podemos ir a cada marcha”...
No alcanzan las marchas.
No alcanzan los espacios periodísticos.
La vida sigue y ellas van desapareciendo. Están siendo flageladas, lastimadas, abusadas. Se llevan vidas. Se mutilan cuerpos. Se viola la integridad física de chicas, jovencitas, mujeres. Se arrojan cuerpos como basura.
Sus nombres se transforman en números de expedientes despersonalizados. La vida humana se transforma en una estadística, un número hueco, frío, lejano.
Se necesita con urgencia que alguien tome cartas en el asunto.
Se necesita imperiosamente el dictado de una Declaración de Emergencia Pública por Violencia de Género
Ya no hay más tiempo que perder.
Ya no más.