Ellos nacieron y crecieron en extrema vulnerabilidad, abandono del espacio afectivo, absolutamente necesario para su normal desarrollo.  El respaldarlos, es ante todo un Deber del estado de Chile y de todos los chilenos.  De lo contrario, serán excluidos de la sociedad, transformándose en peregrinos amargados, sin horizonte, con las consecuencias de volverse violentos y un peligro para la sociedad.  Si, quizas, en vez de las prisiones preventivas, existiese un ente controlador y los reclute para disciplinar, educar, alimentar, capacitar un oficio, aportar con trabajos, creo que seria altamente provechoso para el pais, la sociedad y las generaciones que vienen, con mas esperanza para aquellas madres de escasos recursos y solas, que se les hace tan dificil criarlos y darles afecto por tener tanto quehacer para subsistir.  Si, quizas, desde la Sala Cuna tuviesen los aportes nutritivos, cuidados amorosos, una ruta clara y eficiente, estos niños llegarian al jardín infantil mejor preparados para la pre y adolescencia.  La raiz de la violencia que estamos viendo, es la sumatoria de todas las carencias, por favor Comision de la Infancia, trabajen en esto profundamente!