Los agricultores de las plataneras de La Palma que no han sido destruidas por la lava, están teniendo problemas para comercializar la fruta, ya que  la ceniza y el lapilli, provocan arañazos a la piel de los plátanos y por ello los almacenes y comercializadoras no se los aceptan y están perdiendo las cosechas.

Creo que en estos momentos tan críticos para ese sector, los españoles podemos comprar y consumir los plátanos aunque esté algo arañados, ya que es un problema de estética y no de la calidad del producto y así ayudar a que no pierdan la cosecha y además no se despediciarían  tantas toneladas de este alimento.

Pido que se mueva esta petición y que pueda llegar a los almacenes y lugares de venta para que acepten esa producción y los compradores sean conscientes de su procedencia y su apoyo