El día 9 de julio, desde la sede de Casa América Madrid, el escritor Mario Vargas Llosa apoyó tácitamente la ejecución de un golpe de Estado en el Perú, para intentar desconocer los resultados electorales en dicho país. Distintas organizaciones internacionales, como la OEA, el Departamento de Estado de EE.UU., la Unión Europea y el Gobierno de Canadá, entre otras, han respaldado el proceso electoral peruano, que solo es cuestionado por la excandidata Keiko Fujimori y sus aliados, quienes claman por un fraude que no ha podido ser comprobado. Agotadas y fracasadas todas las vías legales iniciadas por el fujimorismo, se alzan ahora voces para desconocer los resultados mediante una "coalición cívico-militar". Es decir, un golpe de estado. En ese sentido, las recientes declaraciones de Mario Vargas Llosa, "TODO lo que se haga para frenar esa operación turbia que va contra la legalidad, en contra de la democracia (sic), está perfectamente justificado" es un claro respaldo a romper la institucionalidad democrática del Perú, con el consiguiente caos social y de pérdida de vidas humanas a que ello llevaría. Es por ello que, conociendo las convicciones democráticas y de respeto a los derechos humanos de Casa América Madrid, que esta institución debe deslindar con las recientes declaraciones hechas desde su sede.