Carta a Isabel Díaz Ayuso
Carta a Isabel Díaz Ayuso
Por qué es importante esta petición

Estimada Isabel Díaz Ayuso: Escribo esta carta con la pretensión de encontrar una forma efectiva de contactar con el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y es que, a pesar de que ustedes facilitan correos electrónicos y números de teléfono, permítame decirle, ninguna de estas vías resulta útil. Pienso que, además, deben existir otras personas a la espera de respuesta, como es mi caso.
Y es que yo, como tantos miles de personas, soy beneficiario del Bono Social Térmico (en mi caso por tener la discapacidad sensorial, dificultad auditiva), que nos otorga el derecho a recibir una compensación económica por parte de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, organismo que depende de usted.
Este año aún no he cobrado dicha ayuda (si alguien la ha obtenido, por favor, que me indique cómo procedió) y, a pesar de la información que me proporcionan en las oficinas de Santiago Bernabéu y O’Donnell, mis intentos han sido en vano. Me he sentido como la pelota del US Open, permítame la metáfora, sin saber en qué parte del campo voy a caer, o si, de nuevo, rebotaré en la parte exterior de la línea.
La última información que recibí en julio de “bono_social_termico@madrid.org” es que se mandó la orden de pago el 11 de julio. Posteriormente, contacté con la Comunidad de Madrid en agosto y septiembre, sin recibir noticias hasta la fecha.
Estimada presidenta, si realmente no necesitase este programa de protección, no estaría escribiendo esta carta. Yo sé que es muy fácil mirar para otro lado. Quizá no llegue a leerla, pero, posiblemente, ayude a otros ciudadanos a ponerse en pie y unirse a esta reclamación. Entonces y sólo entonces, gracias a la presión mediática, tal vez alguien decida preocuparse por las necesidades de los ciudadanos con hechos, y no con palabras.
Espero que el resto de personas que se encuentren en la misma situación que yo, o a las que les preocupe este hecho, compartan esta carta hasta que usted, señora presidenta, o alguno de los cientos de señores que forman parte de su Gobierno, investiguen cuál ha sido la causa del retraso y puedan satisfacer las cantidades pendientes como si se tratase de su mismo salario que, dicho sea de paso, estoy seguro de que cobran puntualmente.
Sin más que añadir, les deseo un excelente día.