La Restricción vehicular violenta nuestra libertad de Libre Tránsito. Además impide que podamos ir a nuestros trabajos y recuperarnos de la crisis económica que el COVID dejó. 

Vemos además que ésta medida puede ser incluso perjudicial ya que muchas personas, pudiéndose transportar solas o en burbujas, deben tomar un bus o un servicio de transporte privado, lo que, según los criterios del Ministerio de Salud, nos pone a transgredir dos de las principales medidas de prevención: guardar la distancia y sólo romperla en "burbuja".

Exigimos por tanto, datos claros y duros sobre el impacto de la restricción vehicular en la pandemia, tomando como variable, no solo en la mitigación de la misma, sino en el impacto en la economía, la salud mental y física de los ciudadanos y ciudadanas costarricenses.  De no poder hacerlo, exigimos se levanten las medidas viales actuales. Es urgente que el Presidente, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Transporte, le pongan un paro a esta medida.