La vacunación de niños no debe realizarse con vacunas en etapa de experimentación

La vacunación de niños no debe realizarse con vacunas en etapa de experimentación

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Familias por la Escuela lanzó esta petición dirigida para Carla Vizzotti Ministra de Salud y

A la ministra de Salud Carla Vizzotti

Al ministro de Educación Jaime Perczyk

A los miembros del Consejo Federal de Salud y del Consejo Federal de Educación

A la Sociedad Argentina de Pediatría

 

Teniendo en cuenta que la presencialidad plena es un hecho en algunas jurisdicciones y que en otras se encuentra en proceso de implementación.

Que los protocolos vigentes configuran a la Escuela como un ámbito seguro que no incrementa la circulación viral ni los contagios.

Considerando que la vacunación es impulsada por las autoridades sanitarias no por impedir los contagios sino por disminuir la sintomatología e impedir casos graves y/o decesos.

Los abajo firmantes solicitamos que los niños y niñas menores de 12 años no sean inoculados con la vacuna Sinopharm.

 

Si bien ANMAT ha autorizado su aplicación en niños de entre 3 y 11 años, esta vacuna sólo ha sido sometida a ensayos clínicos en fases 1 y 2, insuficientes para su uso de emergencia de acuerdo con las exigencias de FDA y EMA.

 

Entendemos la necesidad de limitar y, gradualmente, desterrar la circulación del COVID 19, pero nos resulta alarmante que este objetivo quiera realizarse con la utilización de una vacuna que aún no ha sido evaluada clínicamente en fase 3, con la gravedad que implica su aplicación en los cuerpos de nuestros hijos que están en pleno proceso de crecimiento y desarrollo.

Por este motivo, exigimos que, en caso de habilitar la vacunación de menores de entre 3 y 11 años, esta se realice con vacunas reconocidas y autorizadas por organismos internacionales de prestigio, luego de haber superado todas las fases clínicas que se requieren a tales fines.

 

Nuestro requerimiento cobra sustento en evidencia fundamental:

Este rango etario tiene muy bajas tasas de positividad, y en los casos en que se producen contagios se ha demostrado que el riesgo de complicaciones graves es sustancialmente inferior que en la población adulta.

Por lo tanto, no vemos por el momento y con la evidencia disponible actualmente, urgencia que amerite la inoculación con vacunas que aún no han superado todas las fases clínicas.

 

La vacunación no debe ser condición para sostener la presencialidad

 

·         Consideramos de altísima relevancia que la vacunación a niños de entre 3 y 11 años bajo ningún concepto sea considerada condición para la presencialidad plena, ya que en las jurisdicciones en que esta se recuperó, los contagios no aumentaron.

La experiencia indica que la aplicación de los protocolos escolares tiene como consecuencia un incremento exponencial en la cantidad de testeos a niños y niñas sin que se verifique un aumento en la cantidad de casos positivos, lo que deriva en tasas decrecientes de positividad.

También consideramos falaz el argumento que sostiene que requieran protección con vacunación de emergencia: la evidencia demuestra que no la necesitan, pues el riesgo de contagio y de sufrir complicaciones son sensiblemente inferiores en comparación con la población adulta, que ya se encuentra vacunada.

Más aún, es falso que en este rango etario sean vectores de contagio. Se argumentó que tienen un rol de transmisión: Hay evidencia internacional que desmiente este argumento en forma fehaciente.

·         La vacunación de emergencia no facilitará la revinculación: la razón por la que 1.800.000 niños y niñas perdieron contacto con la escuela no radica en el miedo al COVID ni en la falta de vacunas. Estos niños y niñas se cayeron del sistema educativo porque las escuelas dejaron de ser el ámbito de contención, protección y seguridad comunitaria.

Al cerrarse las escuelas quedaron expuestos a mayor vulnerabilidad.

Estos niños y niñas requieren con urgencia que volvamos a insertarlos en la escolaridad. La presencialidad y reinserción social va a estar garantizada cuando se desarrolle una estrategia integral de inclusión con sustento en el desarrollo comunitario de redes de contención de los niños y niñas en situación de vulnerabilidad.

 

Por lo expuesto, manifestamos que:

 

1.         No están dadas las condiciones para inocular a niños y niñas de 3 a 11 años con una vacuna que cuenta con aprobación de emergencia sin ensayos clínicos en fase 3.

2.         No encontramos justificación fáctica basada en evidencia científica pues el riesgo de contagio y de sufrir complicaciones son sustancialmente inferiores al resto de la población.

3.         No consideramos que sea necesario a los fines de la transmisión comunitaria, pues casi el 50% de la población mayor ya se encuentra inmunizada con esquema completo de vacunación.

4.         Rechazamos cualquier argumento que condicione la presencialidad plena en las escuelas a la vacunación de niños y niñas de 3 a 11 años.

5.         Exigimos que, en caso de implementarse la vacunación para este rango etario, la misma sea llevada a cabo con vacunas reconocidas y autorizadas por organismos internacionales de prestigio, luego de haber superado todas las fases clínicas experimentales que se requieren a tales fines.

 

Lorena Almonio

Ernestina Amaral

Mónica Arturo

Gisela Kweller

Josefina Liendo

Julieta Misrahi

Luciana Rios Benso

Gabriela Soroka

Catalina Suarez

Débora Vassallo

 

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