Por medio de esta iniciativa, se pretende que se forme una ley para la privacidad sexual, en la que se incluya de forma legal en el código penal y en la declaración de derechos humanos, la privacidad con sustento en el consentimiento. 
En la cual, si una persona mantiene relaciones sexuales de cualquier tipo (oral, vaginal, anal), de cualquier naturaleza social (matrimonial, fuera de matrimonio) y de cualquier rango (caricias, besos, coito), se le será sancionado legalmente el abusar a la privacidad sexual en la intimidad si comparte información del acto con cualquier tercero sin el consentimiento de ambas partes. 
Aquel individuo que comparta cualquier detalle de su intimidad con una persona sin el consentimiento de la misma, se le hará investigación, y de acuerdo al grado de su ofensa (bullying, maltrato psicológico, verbal o físico, acoso sexual por terceros derivado de la falta de privacidad del acusado, pérdida del empleo, rechazo social, denigración, humillación, exposición, etc) se le acreditará una sanción del mismo nivel (multa, multa por daño emocional, terapia, trabajo comunitario o cárcel).

Cualquier ser humano podrá hacer uso de su derecho a la privacidad sexual independientemente de su género, sexo, orientación sexual, religión, clase social, etnia, estado civil.