

El agua de nuestra costa sucia y contaminada.
Expertos dicen que tanto las condiciones meteorológicas actuales junto con el incremento de la presión demográfica y por tanto, la creciente cantidad de aguas residuales sin tratar vertidas al mar, propician el crecimiento de las llamadas “microalgas”.
Sanidad ha advertido de su posible toxicidad por contacto, y otros hablan de su relación con el incremento de la incidencia de la hepatitis A , por ser un motivo de contagio la vía oral-fecal.
Desde el punto de vista de ocio y turístico, ha obligado a colgar la bandera roja en muchas playas, con el consiguiente perjuicio a nuestra imagen exterior.
Sin obviar los posibles efectos nocivos de la situación actual, esta es sólo la punta del iceberg; el problema de fondo, son todos los vertidos incontrolados que arrojamos directamente al mar sin tratary que afectan a la calidad de las aguas, al calentamiento global y por tanto, a nuestra salud, a la biodiversidad de nuestros mares, a nuestra imagen, a la economía y a nuestro futuro. ¿Hasta cuándo o qué más tiene que pasar para resolver de forma definitiva este problema que nos afecta a todos hoy y a las futuras generaciones?
Por todo lo anterior, se pide acción inmediata y efectiva a las Autoridades competentes