El Puente de Agaete formaba parte del trazado de la carretera del norte de Gran Canaria y fue construido para sustituir al antiguo puente, arrasado por un temporal. Fue finalizado en 1899 y es uno de los pocos que se conservan en la Isla sin modificaciones estructurales.

Pero, el que observamos en la actualidad en nada se parece al que era, pues hoy lo vemos sin el encalado blanco que lo cubría en su casi totalidad, resaltando la piedra labrada traída de las canteras situadas en El Valle de Agaete.

Las sucesivas avenidas de agua que bajan desde Tamadaba han ido socavando el cauce del barranco, dejando al descubierto la cimentación de los dos pilares centrales, estando tan expuesta que supone un posible peligro estructural.

Además, el paso del tiempo y la exposición a las inclemencias climáticas han hecho que el antiguo encalado blanco que protegía las paredes también haya desaparecido, quedando al descubierto el material de relleno y la propia piedra que sostiene el puente, y la piedra labrada también sufre un deterioro evidente, especialmente en los arcos y bóvedas, perdiendo incluso la argamasa de unión relleno y la propia piedra que sostiene el puente, y la piedra labrada también sufre un deterioro evidente, especialmente en los arcos y bóvedas, perdiendo incluso la argamasa de unión entre algunas piezas.

Por todo esto, tanto al Ayuntamiento de Agaete como al Cabildo Insular de Gran Canaria realicen las acciones necesarias para la restauración de nuestro “Puente de Agaete”, recogido en la Carta Etnográfica de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (Fedac) y en el Catálogo Arquitectónico Municipal, con un grado de protección integral que solo permite obras de conservación y de restauración.