La idea de la petición es sencilla: obligar a las empresas comercializadoras de refrescos a que todos sus envases sean retornables.

De esta manera podemos disminuir enormemente la cantidad de botellas que van a parar a los rellenos sanitarios, ríos, mares, lagos, orillas de calle, etc. 

Así como se dió un paso super importante en contra del uso de estereofon, también se puede crear legislación que regule este tema.

Las empresas le dan al consumidor la responsabilidad de reciclar, sin embargo, para atacar verdaderamente la raíz del problema que significa la gran cantidad de botellas que se desechan todos los días sin ser recicladas, se puede incentivar al consumidor mediante las botellas retornables. De esta forma se maximizaría el uso de los recursos.