Fumar tabaco es un gusto de muchos sin cuidado. Millones de colillas tiradas a la calle que van para el drenaje y empeoran el tratamiento de las aguas o que van a parar a los ríos y lagos más cercanos, además de que es una de las principales causas de cáncer y enfermedades respiratorias en todo el mundo.

El alcohol no se le niega a nadie, aunque esas noticias comunes de accidentes automovilísticos por conductores ebrios y personas que se emborrachan y no cumplen bien sus papeles de padre o madre golpeando a su pareja o hijos, dan vergüenza ajena. Aún si se vierte en botellas de vidrio y/o metal, el mexicano promedio no sabe cómo funciona un bote para basura ni le importa que en exceso provoca cirrosis y barrigas infladas.

¿México en el primer lugar de obesidad a nivel mundial? No es de extrañar que Coca Cola y Pepsico lideren el mercado de los refrescos y jugos, pero una cosa es que disfruten un buen taco con su soda y otra muy distinta que permitan a sus hijos a beberla casi diario y con la porción de azúcares por encima de lo recomendado. Caries, diabetes y malestares estomacales son recurrentes con estos productos, y los envases terminan en el drenaje/cuerpos de agua/océanos (como muchas otros productos).

Así me puedo expresar; negar estos vicios puede perjudicar a la economía nacional, pero si la gente no entiende por las buenas, por las malas sí, y para ello el precio de su necedad más caro a favor de la salud humana y el medio ambiente.

Próximamente, si esto tiene éxito, una petición al incremento del impuesto de plásticos desechables y químicos no reciclables y/o biodegradables como insecticidas, tintas y cosméticos.