El 8 de marzo de 2022, se aprobó el decreto 18-2022, "Ley para la protección de la vida y la familia" el cuál pretende garantizar la constitución moral y natural de la familia, además de blindar la educación de nuestros niños evitando "normalizar" lo que la comunidad LGBTIQ+ llamaría "educación sexual integral", siendo que genéticamente sólo existen género masculino y femenino. Esta ley persigue evitar que se distorsione el desarrollo psicológico natural de nuestros niños con "ideologías" de personas que contra su naturaleza han optado por preferencias sexuales a su mismo género.

Esta petición surge como contramedida de la petición abierta por la comunidad LGBTIQ+ que está buscando que se derogue el decreto, la cuál se puede consultar en:

Change.org

Es preciso aclarar que esta petición no debe ser considerada de odio, pues la comunidad LGBTIQ+ tiene garantizados sus derechos civiles en calidad de hombre y mujer respectivamente. También es importante aclarar que merecen el respeto de la sociedad de lo que hayan decidido con sus vidas adultas, sin embargo, lo anterior no da derecho de trastornar el desarrollo natural de la niñez ni de promover la "normalización" de actos que promuevan dicho trastorno.

Los detalles de la ley que fue aprobada, para comprender sus dimensiones y entender que no es un ataque contra la comunidad LGBTIQ+, sino que únicamente limita su marco de actuación para evitar actos públicos que atentan contra la naturaleza y la moral de la familia, se puede consultar en:

Prensalibre.com