Mi hija Daniela tuvo dificultades en un intercambio estudiantil organizado por YFU España en 2017. Ante lo que consideramos en su momento una situación de riesgo grave para ella a la que YFU no respondió con celeridad, nos vimos obligados a sacarla del programa. Desde entonces exigimos a YFU que asuma su responsabilidad y ofrezca explicaciones razonables o disculpas por no haber actuado con la profesionalidad que, a nuestro juicio, requería la situación y que pudo haber perjudicado gravemente a nuestra hija.

Tras solicitar explicaciones a YFU España y, posteriormente, a YFU internacional, no hemos conseguido que se esclarezcan las circunstancias que perjudicaron a mi hija.

YFU internacional afirma haber cumplido sus protocolos de seguridad. Nosotros exigimos conocer cuáles son esos protocolos y comprobar, por ejemplo, si lo mismos admiten que la palabra de una menor de edad sea suficiente prueba para descartar una situación de peligro inminente denunciada por sus padres.

Lo único que pedimos son explicaciones y, en caso de no ser suficientes, disculpas, que no han llegado tras un año de haberlas solicitado. Todo ello para que otras familias no se encuentre con problemas como los que nosotros atravesamos.