Permitir familiares en el cuido de pacientes con COVID hospitalizados
Permitir familiares en el cuido de pacientes con COVID hospitalizados
Por qué es importante esta petición
POR UN CAMBIO A UN PROTOCOLO INHUMANO, INSANO Y PRO-MUERTE
Los pacientes de COVID hospitalizados, se sienten rechazados y abandonados por sus familiares y tienden a deprimirse; por ende, se debilita su deseo de vivir y, consecuentemente, de curarse. Creemos que, si se le permitiera a un familiar que ayude a su atención o a simplemente brindarle compañía, apoyo moral y cariño, no solo se disminuiría la posibilidad de depresión, sino que esa vitamina de cariño lo ayudaría a recuperarse más rápidamente y a disminuir las complicaciones en pacientes que ya están agobiados por el miedo a la enfermedad y a la muerte, sobre todo si durante su internamiento van viendo como se mueren otros y no puede dejar de preguntarse cuándo le tocará a él.
Creo firmemente, que el miedo, el estrés y la depresión, son responsables de una alta proporción del agravamiento y muerte por COVID, posiblemente superando las causadas por el patógeno.
Lo anterior nos lleva a pedir que cambiemos el Protocolo de Manejo de COVID-19 que, desde sus inicios, ha tenido que irse modificando, atendiendo a razones científicas; pero, ha quedado olvidado en aquellos cambios que le devuelvan la humanidad y disminuyan el sufrimiento emocional y mental al que los somete innecesariamente un protocolo violatorio del propósito de la atención médica.
Es desbastador ver cómo el miedo, la ansiedad y el “abandono” por sus familiares (que es como lo perciben los pacientes, al ver que sus seres queridos NO los visitan), son los inevitables acompañantes 24 horas al día, durante innumerables semanas, de esos pacientes en aislamiento.
Los efectos emocionales y mentales de esta situación tienen como parangón aquellos que se producen en presos castigados con el aislamiento; increíble que a eso nos obliga el protocolo actual…no es posible que las leyes y protocolos hayan legislados a favor de los presos sobre el castigo del aislamiento y nosotros no lo hagamos a favor de nuestros “pacientes por COVID”.
Son muchos los familiares y voluntarios de grupos religiosos que estarían NO solo dispuestos, sino deseosos de poder dar compañía a esos pacientes (siguiendo los protocolos correspondientes) y esto tendría un impacto enorme en consolar y hacer mas digno el paso por esa enfermedad, aún si el desenlace final fuera la muerte, porque no hay nada mas aterrador que morir en soledad… que es la condena a la que estamos sentenciando a nuestros enfermos de COVID-19, con el actual protocolo de manejo hospitalario de casos.
En pleno siglo XXI no es posible concebir, ni mantener tal horror: ¡¡CAMBIEMOS EL PROTOCOLO COVID!!